La recuperación del turismo que se inició en 2021 ha sido extraordinaria. Las estimaciones oficiales utilizando la métrica del 2018 y los factores atenuantes que limitaron el crecimiento de los viajeros en enero-marzo de este año (cancelaciones de viajes por nuevas variantes del Covid, inicio de la guerra Rusia-Ucrania, entre otros), apuntan a que recibiremos 7 millones de turistas este año, el nivel más elevado de la historia. Los ingresos de divisas del turismo, por su parte, llegarían a US$8,400 millones según los estimados oficiales, también el más alto de nuestra historia.
Algunos podrían preguntarse el por qué se escogen los parámetros del 2018 y no los del 2019 para realizar las estimaciones. Elegir el 2018 en lugar de 2019 es lo correcto si se reconoce que el sector turismo de República Dominicana fue afectado en 2019 por un choque externo desfavorable, provocado por la campaña negativa que se ejecutó con el manejo tergiversado de la información sobre el fallecimiento de turistas estadounidenses, realizado por algunos medios de comunicación de los EE. UU.
La llegada de turistas y los ingresos de divisas del turismo habían exhibido una tasa de crecimiento anualizada de 6.57% y 8.48%, respectivamente, durante el período 1991-2018. Fruto de la campaña negativa ejecutada en el 2019 contra el sector turismo de República Dominicana, la llegada de turistas cayó casi un 2% y los ingresos de divisas del turismo bajaron en 1.2%. A ese primer choque le siguió la pandemia del Covid, la cual provocó un colapso sin precedentes en la llegada de turistas y los ingresos de divisas del turismo; la primera cayó en casi 63% y el segundo bajó en 64%. La recuperación del sector turismo se inicia en el 2021. La llegada de turistas aumentó en 108% y los ingresos de divisas del turismo crecieron en 112% con relación a los anémicos niveles del 2020. Para 2022, las estimaciones oficiales apuntan a un crecimiento de 40% y 48% en estas dos variables, las cuáles alcanzarán, como señalamos anteriormente, sus máximos históricos.
Imaginemos por un momento que la campaña negativa del 2019 y la pandemia del Covid del 2020 no hubiesen ocurrido. ¿Es posible visualizar la foto de los niveles potenciales de estas dos variables del sector turismo en los años 2019-2022? Sí. Para ello sólo tenemos que calcular las tasas de crecimiento anualizada de ambas variables durante el período 1991-2018. Cuando se hace, se puede comprobar que el crecimiento anualizado de la llegada de turistas durante el período 1991-2018 fue de 6.57% y el de los ingresos de divisas del turismo alcanzó 8.48%. Utilizando esas tasas de crecimiento anual puede construirse el “trend” o la tendencia de los niveles de ambas variables para los años 1991-2022. Comencemos con 2019. Para ese año, el nivel potencial de la llegada de turistas era de 7 millones. Sin embargo, sólo llegaron 6.45 millones. En el caso de los ingresos de divisas del turismo en 2019, el nivel potencial para ese año fue de US$8,205 millones, mayor que el nivel de US$7,468 millones que realmente ingresó. Como se puede observar, el choque de la campaña negativa en el exterior contra uno de los principales sectores de nuestra economía, entre otros factores, representó una merma de cerca de 550,000 turistas que debieron llegar al país y que posiblemente, optaron por destinos “menos riesgosos”. Provocó, además, una pérdida de unos US$737 millones en los ingresos de divisas del turismo.
Hagamos ahora el ejercicio para 2020. Esto nos dará una idea del impacto devastador que tuvo la pandemia del Covid en el sector turismo. El nivel potencial de la llegada de turistas para el 2020 se situó en 7.45 millones, muy por encima de los 2.41 millones de turistas que nos visitaron. Si observamos el caso de los ingresos de divisas del turismo, el nivel potencial marcado para ese año ascendía a US$8,900 millones, 3.3 veces los US$2,674 millones que realmente recibimos. La pandemia del Covid, nos representó una merma de 5 millones de turistas que optaron por quedarse en sus países y no vacacionar en el exterior y una pérdida de ingresos de divisas del turismo superior a US$6,200 millones.
La fuerte recuperación de la economía mundial, la apertura de aeropuertos y vuelos, el colapso en los índices de temor de los turistas a viajar al exterior, el uso de los niveles sin precedentes del ahorro personal en los EE. UU. y en el resto del mundo, y la intensa estrategia de marketing en una cantidad considerable de países emisores de turismo ejecutada por el Gobierno del presidente Abinader, explican la fuerte recuperación del sector turismo que se inició en 2021 y que ha continuado durante 2022. Sin embargo, no podemos cruzarnos de brazos y pensar que al alcanzar los máximos históricos de llegada de turistas (7 millones) y de ingresos de divisas de turismo (US$8,400 millones) en 2022, hemos logrado la recuperación total del turismo. La recuperación no debe resultar de la comparación con las cifras del año 2018, el año previo al inicio de los dos choques negativos sucesivos que ha tenido que enfrentar el sector turismo. La recuperación total tendrá lugar cuando los niveles de ambas variables alcancen los indicados por la tendencia de los niveles potenciales de llegada de turistas e ingresos de divisas que se construye a partir de las tasas de crecimiento anualizadas de ambas variables del período 1991-2018. Para 2022, por ejemplo, el nivel potencial de la llegada de turistas se sitúa en 8.47 millones mientras que el correspondiente a los ingresos de divisas del turismo asciende a US$10,473 millones. Dado que los estimados oficiales apuntan a 7 millones de turistas y US$8,400 millones para el 2022, está claro que nos queda mucha distancia por recorrer para alcanzar los niveles indicados por el crecimiento potencial de ambas variables.
Estamos seguros que el Gobierno dominicano está claro en la necesidad de lograr la desviación de turismo hacia República Dominicana. Las autoridades están conscientes que la economía global está cada vez más cerca del estancamiento, debido a la necesidad que han tenido los bancos centrales de cambiar radicalmente el perfil de la política monetaria con el objetivo de contener y reducir las presiones inflacionarias. Saben también que una parte de la recuperación del turismo fue motivada por el uso del enorme nivel de ahorro personal en los EE. UU. y en el resto las economías del mundo. Los niveles de ahorro personal como porcentaje del ingreso personal disponible en los EE. UU. de 33.8% en abril de 2020 y 26.6% en marzo de 2021, han venido bajando aceleradamente, cayendo a 5.1% en junio de 2022. Esta baja unida al aumento del costo del financiamiento que ha sido inducido por el alza en la tasa de política monetaria del Banco de la Reserva Federal en los EE.UU., hace prever que la gasolina para seguir motorizando la recuperación del turismo podría comenzar a escasear. En consecuencia, las autoridades del Gobierno, comenzando con el presidente Abinader y seguido por las autoridades del Ministerio de Turismo, deben intensificar, esta vez con el cuchillo en la boca, los “roadshows” en el mercado de los países emisores de turismo para lograr la necesaria desviación de turismo desde los países competidores hacia la geografía de América “donde todo comenzó”.