Por Andrés Dauhajre hijo. sept 08, 2025

¿Cuántos somos? ¿10,878,267?

 

Por Andrés Dauhajre hijo

Fundación Economía y Desarrollo, Inc.

 

No. Ese estimado de nuestra población actual, definida como la cantidad de personas que habitan en nuestro territorio, emana de un censo fallido realizado entre el 10 y 23 de noviembre de 2022. En ocasiones, estos errores o fallos se producen. Los censos son encomiendas difíciles de realizar con precisión perfecta, más aún cuando existen deficiencias en el trabajo de campo (cobertura incompleta), problemas de recolección de datos (personas que se niegan a colaborar), debilidades en la supervisión del trabajo de campo, errores en la captura y digitación de los datos, y deficiencias en la transmisión y procesamiento de la información digitada. La tarea se complica más si existen segmentos de la población que, por ser personas indocumentadas, exhiben una marcada aversión a ser censados. El X Censo Nacional de Población y Vivienda 2022 realizado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) estuvo afectado por algunos de estos factores. En consecuencia, el dato de los 10,878,267 habitantes que supuestamente viven en la República Dominicana actualmente, es totalmente incorrecto.

 

Alguien podría señalar que, si estamos seguros de que el dato es incorrecto, nosotros deberíamos realizar un nuevo censo poblacional. Existen dos serias limitantes para acoger esa propuesta. La primera es que los censos, en todos los países del mundo, los realizan los gobiernos. Aún si a alguien se le ocurriese la idea de realizar una Alianza Público Privada para realizar un nuevo censo poblacional en el país, sería necesario acordar cómo se distribuiría el costo de RD$4,040 millones que tendría realizarlo hoy, partiendo del costo de RD$3,660 millones del Censo de noviembre de 2022 y de la inflación acumulada a septiembre de 2025. Sería necesario acordar el retorno de la entidad privada que decida lanzarse en este proyecto y la garantía que ofrecería el Estado a la misma de que contaría anualmente con un ingreso mínimo que posibilite el retorno acordado.

 

Existe, sin embargo, una alternativa menos costosa y más rápida para estimar realmente cuántas personas habitamos en el territorio nacional. La metodología se deriva del criterio “forrístico”. Identifiquemos países de la región con poblaciones más o menos parecidas a las nuestras y con flujos migratorios netos acumulados (inmigrantes menos emigrantes) durante 1960-2024 no muy distanciados de los estimados por el Banco Mundial para RD. Para ese período, el flujo migratorio neto (FMN) estimado por el Banco Mundial para RD fue de -1,703,798 migrantes (menos inmigrantes que emigrantes). Debemos reconocer que ese FMN podría estar reflejando una subestimación significativa de inmigrantes irregulares o ilegales en nuestro territorio. Guatemala con un FMN de -2,111,058 migrantes y Nicaragua con uno de -1,309,679, son los dos comparables más razonables de Centroamérica.  El Salvador con un FMN de -2,963,012 migrantes y Costa Rica con uno positivo de 268,370, se distancian bastante de las características del FMN que exhibe RD. Utilizaremos a Guatemala y Nicaragua como “benchmark” para estimar el rango de la población de RD hoy.

 

Entre 1950 y 2025 la población en Guatemala pasó de 3,123,095 a 18,079,810 habitantes. En otras palabras, se multiplicó por 5.789. Asumiendo ese mismo factor multiplicativo para RD, tendríamos que, de una población de 2,364,561 habitantes que teníamos en 1950, este año nuestra población sería de 13,688,605 habitantes. La población de Nicaragua en 1950 era de 1,049,611; hoy es de 7,007,000 habitantes. En ese período, se multiplicó por 6.676. Si utilizamos ese factor para RD, nuestra población en 2025 sería de 15,785,352 habitantes.

 

El rango de 13.7 a 15.8 millones es demasiado amplio. Utilizando el promedio de nacimientos por cada 1,000 mujeres de 15 a 19 años en el período 1960-2023 de Guatemala (117), Nicaragua (135) y RD (108), nos decantaremos por seleccionar el estimado de 13,688,605 habitantes que emana de la dinámica poblacional de Guatemala, ajustándolo un 8% a la baja dado que nuestra tasa de fertilidad de adolescentes promedio fue 8% más reducida que la de Guatemala.  Si lo hacemos, tendríamos que el total de habitantes en RD en estos momentos sería de 12,593,516 personas. Para nosotros, este es un estimado conservador. A muchos, sin embargo, les podría lucir exagerado. Sin embargo, si hacen los cálculos verán que el mismo implicaría que el Censo 2022 subestimó la población del país en casi un 14%. En otros términos, de cada 100 hogares, en promedio, solo fueron censados 86. En un país donde perdemos 40 de cada 100 MW de energía que compran las EDE, no debería sorprendernos que a la ONE se le escapen 14 de cada 100 habitantes a ser censados.

 

No hay que rasgarse las vestiduras ante lo sucedido. Las subestimaciones poblacionales en censos son más comunes de lo que se podría pensar.  No es la primera vez que ha sucedido aquí.  Algunos expertos indican que el Censo del 2010 también subestimó la población del país. En el censo de Estados Unidos de 2020, por ejemplo, se produjo un subconteo de 5% de la población latina, 3.3% de la población negra y de 4.9% de la población nativa e india.  

 

¿Qué implicaciones tiene esta subestimación de nuestra población? Algunas son buenas. Por ejemplo, la tasa de homicidios de 8.22 por cada 100,000 habitantes a julio de 2025, en realidad, fue de solo 7.10. La estrategia de prevención y tratamiento del Covid-19, por otra parte, fue todavía más efectiva que lo que se indicó. Si utilizamos el dato poblacional de la ONE, se tiene que las muertes provocadas por el virus, alcanzaron al 0.042% de la población de 2020; en cambio, si se utiliza el estimado poblacional que hemos realizado, los fallecidos representaron el 0.036% de la población, uno de los más bajos de toda la región. La deuda del sector público consolidado, en lugar de alcanzar US$6,853 por habitante el pasado mes de julio, en realidad fue de US$5,920 por habitante. ¿Y la ñapa? Nos ahorramos una buena cantidad de diputados y regidores, en un país que necesita reducir el gasto corriente.

 

Lamentablemente, no todos los indicadores mejoran. Si asumimos que los datos del Banco Central (BCRD) sobre los ocupados formales y a la tasa de ocupación con relación a la fuerza de trabajo son correctos, se tendría entonces que la informalidad laboral es mayor que la estimada por el BCRD, pues el aumento de la fuerza de trabajo que se derivaría del incremento de la población, al no formar parte de los ocupados formales, entonces, por deducción, si mantenemos la tasa de desempleo sin cambio, entrarían al conjunto de los ocupados informales. En consecuencia, en lugar de tener que, en el segundo trimestre de este año, el 54% de los ocupados estaban laborando en la informalidad, en realidad, estos representarían el 60% de todos los ocupados. En consecuencia, el problema de la informalidad laboral parece ser más intenso que el revelado por los estimados del BCRD que se derivan de una encuesta que asume como bueno y válido el estimado de población que emanó del Censo 2022 de la ONE. Finalmente, hay otro indicador que cambia: el PIB por habitante. Para 2024, el BCRD estimó que el PIB per cápita fue de US$11,542, utilizando una población de 10,796,000 habitantes. Si se utiliza la población que emanaría para 2024 aplicando el “criterio forrístico” y se asume que el PIB total de US$124,598 millones para 2024 estimado por el BCRD es correcto, el PIB per cápita en 2024 bajaría a US$9,969. A pesar de esa baja, seguiría siendo mayor a los de Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Paraguay, Perú y Venezuela. Quizás convendría utilizar los RD$6,000 millones que se destinarían a la nueva cédula de identidad y electoral para realizar un nuevo y mejor censo poblacional que nos permita saber, con más certidumbre, cuántos realmente somos.

 

*Los artículos de Andrés Dauhajre hijo en elCaribe pueden leerse en www.lafundacion.do


Artículos recientes
Artículos